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Nostalgia y Conflicto

Chapter 6

Notes:

(See the end of the chapter for notes.)

Chapter Text

Tony no podía ir más rápido o más arriba debido a que llevaba a Steve en sus brazos, maldijo internamente por creer Fury lo dejaría solo.

Al menos no le estaban disparando. Miró a la ciudad debajo, aún. 

—Jarvis, llamada al coronel James Rhodes, ahora.

—En seguida señor.

—¿Tony? Por fin recuerdas a tu mejor amigo, mira conocí a esta chica increíble en el espacio… historia larga, pero ella conoce a un muy extraño doctor que-

—Rhodey, un f-15 esta persiguiéndome a mi y al capitán américa sobre New York en este momento —cortó.

Maldita sea contigo, Tonos. Mantente allí, si es del gobierno no podrá dispararte. Dame unos segundos.

Tony miró al rubio en sus brazos. 

—Daremos muchas vueltas ángel, espero no te marees.

—¿Qué esta pasando? —gritó Steve. Ninguna pizca de pánico o temor, solo una gran cantidad de confusión. 

Apunto de contestarle, una luz roja brillo dentro del casco.

—Jarvis.

Nick Fury intenta comunicarse con usted, señor.

—Conéctalo.

¿Qué carajo estas haciendo, Stark?

—Evito que cometas una estupidez.

Ni siquiera sabes si es inocente. 

—Si no lo es yo mismo lo llevaré a la base para su detención e interrogatorio, Fury. 

Eso es exactamente lo que se supone deberías estar haciendo. 

—Algo me dice que hacer eso ahora sería como llevar una res al matadero. Estas cometiendo una enorme equivocación. 

No, la equivocación fue el haberte pedido te unieras al equipo, Stark. Un ebrio moribundo cuyo propósito pareciera ser acostarse con todos en el equipo. 

Rió divertido, por supuesto que el hombre sabía sobre él y Steve. 

—Juntas a algunas de las personas más atractivas de la tierra, me dejas ahí y esperas no haga nada. Yo realmente no soy un hombre de acero, Fury.
 
¿Desde cuando comenzaste a darle la espalda a tu país y confabular con el enemigo, Stark? 

—¿Quién es el enemigo según tu, Nick? 

Recibimos información de sus planes, se hacen llamar los libertadores y están apunto de lanzar un ataque nuclear contra nosotros. 

Frunció el ceño. 

—¿Quién? 


—Una alianza entre China, Rusia y países de medio oriente. Un ataque preventivo ya fue aprobado por el presidente, atacaremos a esos malditos antes de que siquiera tengan tiempo de saber lo que paso. 

Darles una razón para atacar. ¿Qué era el único veía lo obvio y estúpido de eso?, pensó con irritación. Suspirando cortó la comunicación, no tenía caso discutir con él ahora. 

Tony, son órdenes superiores, no puedo hacer nada para retirarlo, te acusan de atentar contra el país, a ti y al capitán américa. —Rhodes sonaba incrédulo—. ¿Qué rayos esta pasando? 

—No lo sé. Hazme un favor, llega lo más rápido que puedas a la torre, Jarvis te dirá que hacer allí. Jarvis código 4M1M. Después busca a Thor y llévalo a nuestra casa segura. 

—… ¿Cuál casa segura? 

Sonrió un poco divertido. 

—Ya sabes cual. 

Un suspiró derrotado. 

—Tony, habíamos acordado hace años que esa no era una casa segura, ni siquiera es una buena idea o una casa. 

—Solo hazlo. Te dejo, tengo un avión caza que perder. 

Miró entonces al hombre en sus brazos. 

—Agárrate fuerte. 

Steve le dio una mirada determinada. 

—He saltado de aviones sin paracaídas y rodado por acantiladas, no te preocupes por mi, estaré bien. 

 

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Steve se inclinó y colocando las manos sobre sus rodillas trató de no vomitar. 

Escuchó a Tony a lo lejos decir:

—Jarvis, despístalos lo más que puedas. 

Si, señor. —La armadura salió disparada. 
 
Tony había hecho tantos giros, caídas y Dios, había sido increíble y terrorífico a partes iguales. Enderezó su espalda y respirando hondo miró su alrededor, estaban cerca de un edificio abandonado a las afueras de una ciudad. 

—¿Dónde estamos? —Al siguiente segundo de hacer la pregunta, giró para centrarse en Tony, quien le regreso la mirada con las manos en la cintura usando un ajustado traje negro. Steve cerró sus ojos y se dijo a si mismo no era el momento para distraerse—. Por última vez, ¿qué esta pasando? 

Con rostro agotado, el pelinegro dijo: 

—Consigamos un auto. 

Cuando estaba apunto de dar media vuelta lo detuvo del brazo. 

—Tony —pidió, sin importarle sonar tan preocupado. 

El moreno estudió su rostro. 

—¿Dónde estabas esta madrugada?

Confundido, frunció el ceño. 

—Mi departamento en Brooklyn. 

—¿Por qué? 

Steve lo miró a los ojos. 

—Terminé con Janet. 

 —… ¿Por qué? —dijo, con una sorprendida mirada. 

—No estábamos funcionando —dijo y luego bajó su mano por su brazo hasta entrelazar sus dedos—, no puedo sentir por ella lo que siento por ti. 

Tony lo miró con ojos suaves, pero también culpables, desenredo sus dedos y retrocedió un paso. 

—No es el mejor momento para esta conversación. 

Steve asintió respetando eso. No sabía lo que pasaba, pero Tony tenía razón. 

—Hay un video tuyo asesinando a la familia de Barton. 

El aire pareció escapar de sus pulmones. 

—Dios. ¿Cómo está Clint? No lo hice. 

—Desaparecido… probablemente muerto. Y sé que no lo hiciste. 

—¿Cómo? 

—Vamos, Steve. – Lo miró como si fuera ridículo—. Todo es demasiado conveniente y tan bien planeado que debe haber algo más sucediendo… Además, confío en ti. 

—Debiste asegurarte al cien por ciento no tenía nada que ver antes de lanzarte a salvarme. Pero lo agradezco mucho, significa bastante confíes en mi así. 

El pelinegro suspiró como si le diera la razón. 

—Dame tu chaqueta y vámonos. Una organización gubernamental de espías nos quiere encarcelar y probablemente matar. 

 

^^^^^^^^^^^^^

 

Tony suspiró y se dejó caer en un sofá, vio a Steve mirar afuera a través de una de las ventanas con persianas. 

Segundos después se apartó de la ventana para lanzarle una mirada. 

—¿Washington? ¿Cerca del capitolio? ¿En serio?
 
—Jamás lo verían venir —dijo, encogiéndose de hombros. 

Steve negó con la cabeza, un poco divertido. 

—Un departamento de lujo no es una casa segura. 

Rodó los ojos en blanco. Steve se llevaría tan bien con Rhodey. 

—Está a nombre de un desconocido, tiene un sistema de seguridad que haría que la casa blanca sintiera envidia y también esconde algunos juguetes que creo necesitaremos. 

Steve asintió con aprobación, luego lo miró con muchas dudas. 

—¿Qué crees que esta ocurriendo? 

—Un tipo de ataque, creo —comentó, esperando le creyera—, inicio con tú misión, siguió con la filtración de Hulk y con el asesinato a la familia de Barton, sospecho viene un ataque contra Thor y quizás después la tercera guerra mundial. 

El rubio lo miró con gravedad, se sentó en el sofá frente a él. 

—¿Qué vamos hacer? 

—¿Me crees? 

Steve se echó hacia atrás en el sofá. 

—Alguien se hizo pasar por mi y le hizo creer a SHIELD soy un doble agente, sigo creyendo la filtración de Hulk fue culpa de Thor, pero si, puedo ver ahora algo esta sucediendo. Además esa misión siempre se sintió mal, pero no me arrepiento. 

—No estuvo mal, hiciste lo correcto. Solo que Thor tiene un poco de razón… 

Fue el turno de Steve para poner los ojos en blanco, el hombre tenía algo contra Thor, se preguntó si solo era por la filtración de información o solo celos mal dirigidos por su aventura, quizás era un poco de ambos. 

—No entiendo. 

Para Tony era bastante obvio que SHIELD y el gobierno querían usar al capitán américa como un tipo de advertencia, bueno no solo a Steve, al equipo. Los Ultimates eran nuevos, pero habían demostrado ser una fuerza a temer, no le sorprendería otros países hubieran buscado la forma de formar sus propios equipos de súper héroes, era al final otro tipo de carrera armamentista. 

Si los tal libertadores eran reales, quizás serian precisamente eso, respuesta súper humana de otros gobiernos. 

—Fury te uso para causar temor. Para dejar en claro siempre y cuando algo amenace la seguridad del país o sus ciudadanos nos lanzaremos sin acatar reglas. Iba pasar tarde o temprano. 

—Si sabias eso y claramente estas en contra… ¿Por qué sigues y te uniste al equipo en primer lugar?
 
—Para estar en el centro del huracán. Además me unía o no me dejarían en paz debido a la armadura. 

Tony recordaba la invitación pasivo agresiva para unirse al equipo, pero ser un héroe los últimos días de su vida había sonado genial. Hacer algo con su vida mejor de lo que había hecho hasta ese momento había sido el verdadero aliciente. 

Se dio cuenta Steve lo miraba de una manera extraña, como si le dijera que había descubierto la verdadera razón de su decisión. 

—¿Entonces qué hacemos, Tony? 

—Fury es un paranoico y a nuestro gobierno le encanta la guerra, pero eso ha sido así siempre, hay que intentar averiguar quien esta detrás de esto y detenerlo.

Tony ya había puesto a Jarvis a trabajar en algunas cosas durante la última semana, pero no había obtenido nada, había sido frustrante. Ahora ocurría lo de Barton, no podía seguir tomándose las cosas con calma después de eso. 

—Mi mejor apuesta es Natasha. 

El rubio se cruzó de brazos, estudiándolo. 

—Detectó algo más aquí. ¿Qué te hizo exactamente esa mujer?

—Ella intento hackear a Jarvis —confesó, esperando comprendiera lo terrible de eso. 

Steve lo miró fijamente sin expresión antes de decir: 

—… Tu IA. 

—No sabe que la descubrí. He estado vigilándola desde entonces, pero no hay nada, la mujer está limpia. Dentro y fuera de sus misiones todo es impecable… demasiado.

—Sinceramente no lo entiendo, pero si realmente desconfías de ella, entonces yo también —declaró con seriedad.

—… ¿Qué hay con Thor? Sigo sin creer sea culpable, ¿confiaras en mi con eso también? 

La expresión de Steve se agrio, era un poco cómico. 

—Ya no puedo confiar en Fury, ni en SHIELD, así que… quizás él no haya filtrado esa información. Pero no creo ni creeré sea un Dios. 

Se encogió de hombros, si él estuviera en su posición tampoco lo haría, pero había presenciado de cerca el poder de Thor, así que estaba inclinado a creer. 

—Servirá. 

El rubio asintió, luego suspiró como si se armará de valor. 

—Me gustaría hablar de algo más… algo me dice este será el único descanso que tendremos en un largo tiempo. 

Había mucha seriedad el los ojos azul cielo, e igual que aquel último día en las Maldivas, Tony sabía lo que diría. Solo que esta vez no creía poder alejarse. No tomando en cuenta cuanto le costo la primera y segunda vez. Saber hacía lo correcto no lo volvía menos doloroso.

—Steve, no es el-

—Sé que no es el momento —interrumpió—, pero ahora sé que sí dejo tu decidas eso, nunca lo será… Estoy enamorado de ti. 

Tony sintió su corazón ablandarse y doler apartes iguales. 

—Steve yo no… 

—¿No estas enamorado de mi? —Parecía que si la respuesta era no, la respetaría aunque sufriera con eso. 

Quería negarlo, pero no pudo hacerlo. La mentira se atoró en su garganta, miró los hermosos ojos azules llenos de esperanza. 

—Si no sientes nada yo respetaré eso, pero por favor dime que no lo haces porque estas enfermo y piensas no podría estar contigo por eso… —Steve lo miró directamente a los ojos—. No soy frágil Tony, y quiero estar contigo, lamento haber tenido miedo y pensar tu no podrías sentir nada por mi, te acuse de desestimar lo que sentía cuando yo te hice eso en primer lugar. 

—No puedes-

—No hagas eso. —Prácticamente ordenó—. Lo hicieras con intención o no, ese mes fue maravilloso y quiero hacerte sentir justo como tu me hiciste sentir a mi. Que hay mucho allá fuera por lo cual seguir adelante. 

—Un año… eso dijo el medico —susurró luego de segundos, intentado que entendiera lo que eso significaba. 

El rubio asintió con decisión. 

—Lo pensé, llegué a la conclusión de que quiero estar contigo sea un año o veinte. No soporto la idea de pensar te puedas ir de este mundo, pero es aún más insoportable pensar te iras de este mundo sin saber cuanto has llegado a significar para mi.

Tony cerró sus ojos y aunque trato de no llorar, un par de lagrimas cayeron. 

—Siempre fue un año… solo un año —confesó. Porque aunque lo había aceptado hacia mucho, no dejaba de odiar esa verdad. 

Desde lo que lo supo se había concentrado en vivir sus días como si cualquiera pudiera ser el último, se había negado al tratamiento porque pasar su último año saturado de medicamentos sin saber siquiera su nombre era lo que más le causaba terror. Había vivido hasta ahora de una forma tan banal, dejar de crear armas no había sido suficiente, donar todo lo que tenía a caridad tampoco, ni siquiera ayudar a salvar al mundo una vez se sentía así. 

Porque la verdad era no quería morir y no importaba cuanto alcohol tomará o con cuantas personas se acostara, no lograba adormecer por completo la horrible y dolorosa verdad, moriría. 

—Tony, tu me hiciste sentir bien por primera vez en meses… así que déjame hacer eso por ti, déjame amarte, sean años, meses o días. 

Tony se levantó y rodeo la mesilla de centro, llegó al sofá donde estaba el rubio y subió a horcajadas sobre él. 

Miró los ojos azul cielo, el rubio acuno su rostro, mirándolo con una cantidad de amor que debería ser irreal, como si Tony fuera la persona más hermosa que hubiera conocido, era ridículo, pero se sentía exactamente igual hacia Steve. 

—… Si. 

Steve limpió sus lagrimas, besó sus párpados con besos suaves llenos de cariño y consuelo, luego buscó sus labios y procedió a besarlo como si no hubiera mañana, como si le agradeciera pero al mismo tiempo también prometiera no lo dejaría solo en ningún momento de ahora en adelante. 

Apoyó su frente sobre la de Steve, ojos cerrados. Aún sentía era algo egoísta, pero también quería estar con él, lo quería mucho. Durante la última semana, los últimos meses, no había hecho otra cosa que arrepentirse amargamente por lo que había hecho, no había hecho otra cosa más que intentar no pensar en Steve. No había funcionado mucho. 

Steve comenzó a besarlo una vez, con mayor intensidad. Tony rodeó su cuello aferrándose a él y suspiró contra sus labios sin aliento. Sintió las manos del rubio sobre su espalda. 

—¿Podemos…? 

Sin dudar volvió a capturar sus labios, una respuesta lo suficientemente clara. 

En ese momento la puerta principal se abrió y Thor entró, echó la capucha de su sudadera negra hacia tras, los contempló con una mirada ardiente y divertida. 

—¿Puedo unirme? 

—Mmm… —Miró al rubio que ahora tenía un agarre firme en su cintura. 

Sin pensarlo, Steve prácticamente gruñó:

—No. 

—Lo siento, amigo —bromeó. 

—Gracias a Dios —dijo Rhodey detrás de Thor, cerrando la puerta. 

Se centró en Tony y Steve en el sofá, con una mirada impresionada. Rhodes pareció decidir no comentaría nada sobre sus lagrimas residuales. 

—¿Con el capitán américa? ¿En serio, Tony? 

Orgulloso, alzó su mano en su dirección. 

—Lo sé, dame esos cinco. 

James negó con la cabeza, segundos después pareció pensarlo mejor y dejando su carga en el suelo, se acercó a dárselos. 

—Okay, si. Impresionante. 

Thor entonces también le ofreció su palma a Steve.
 
—También lo mereces, te llevaste a Tony. 

Con una mirada dura Steve lo ignoró y llevó su atención a Rhodes. 

—¿Y tu eres? 

—Coronel James Rhodes, capitán.

—¿Trajiste lo que te pedí? 

—Traje lo que me pediste, si —dijo y señaló con su pulgar al maletín rojo y dorado dejado junto a la puerta—, por cierto las caras de ustedes dos están por todas las cadenas televisivas e internet. Son fugitivos. 

Thor se sentó en un sofá individual, abrió sus manos. 

—¿Por qué estoy aquí? 

—Estoy seguro SHIELD iba ir por ti. 

Se burló. 

—Cómo si pudieran. 

—Algo sobre que robaste la tecnología de tu hermano y que estás loco siendo un peligro para ti mismo y la sociedad. 

—No estoy loco, soy Thor, Dios del trueno, hijo de odin y fue enviado a Midgard para su protección. Mi medio hermano Loki, un hechicero poderoso y Dios del engaño, busca venganza por un evento ocurrido tiempo atrás —declaró con seguridad.
 
Rhodey estaba de pie tras Thor y le lanzó una mirada que decía, *¿en qué rayos me metiste? 

Steve cerró sus ojos y suspiró, como si se recordará le había dado su palabra a Tony sobre que confiaría en Thor. 

Dejó el regazo de Steve para tomar asiento a su lado. 

—Thor, todo lo que ha estado ocurriendo fue diseñado para desestabilizar el equipo y quizás el país. Asesinaron a la familia de Barton justo ayer. Según Wanda algo o alguien ha estado influyendo en el equipo, creo Fury está siendo manipulado, ¿crees que sea producto de tu hermano? 

La expresión del rubio se volvió solemne. 

—No, Loki no puede ser culpable de eso. Él me dijo no ha dañado a ningún humano en su venganza contra mi. 

Tony miró seriamente a Thor. 

—¿Qué no Loki es el dios de las mentiras? 

El rubio se encogió de hombros. 

—Si, pero no me mentiría a mi. 

—¿Cuándo lo viste exactamente? 

—Ayer. Loki ama el caos, pero no dañara Midgard. 

Steve frunció el ceño y miró hacia las ventanas. 

—¿Escuchan eso?

Comenzó a prestar atención como los demás, había gritos de pánico, muchos gritos, Rhodey se movió a una de las ventanas. 

—Tony… —llamó con un hilo de estrés en su voz. 

No quería responder, pero el estallido de un auto desde afuera lo obligó, cerró sus ojos con pesar. 

—¿Si?

—Hay una serpiente gigante alrededor del capitolio y lobos del tamaño de edificios recorriendo la ciudad… Espera, un ejército de monstruos también acaba de aparecer en la avenida principal. 

Steve dejó el sofá para ir junto a Rhodey, parecía no poder creer lo que veía. Tony abrió sus ojos para enfrentar a Thor. 

—¿Decías? 

El rubio abrió su boca, luego la cerró, parecía estupefacto. 

—… Supongo ya no le da miedo padre lo encuentre. 

—Debiste hacerle algo muy malo a ese hombre… —comentó Rhodey desde la ventana. 

Con una expresión lamentable susurró: 

—Lo hice… pero no pensé buscará mi mal. 

—El tipo intentaba hacerte pasar por loco para que te encerraran en un hospital psiquiátrico. Ahora esto… Créeme, tu hermano busca más que solo tu mal. 

Tony se puso de pie y caminó hacia el maletín. Un minuto después dentro de la armadura le ordenó a Jarvis trajera de regreso la otra armadura y activará el protocolo centinela, entonces procedió a enviarle a SHIELD y al equipo un mensaje. 

—Deberían venir a Washington, el querido hermano de Thor, Loki, nos está visitando.  

 

Notes:

Fin de la segunda parte. Vamos por la tercera.

Notes:

Gracias por leer.

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